miércoles, 21 de mayo de 2008

Folilche Aflaiai





Gracias al archivo gótico musical (ver los enlaces) por este hermoso disco.

Según la información que ahí publicó su administrador, este disco no pertenece a un conjunto en particular, sino que es de una ONG que grabó estas canciones y que, al parecer, han grabado varios discos.

Esto es muy entendible en cuanto, para el mapuche (o para muchos mapuches, de la gran heterogeneidad que son), la música es algo ligado a su cotidianeidad y a sus ritos, por lo mismo, se entiende que la música es "de la comunidad" y para ella, o para otros. No está en ellos nuestra concepción de la industria ni de lo que es un "concierto", por decirlo así. Los conciertos son los ritos mismos.
Bueno, lo poco que puedo agregar como comentario sobre este disco es que, al menos a mí, me pasó que logré disfrutar la música mapuche en el contacto con la comunidad (con una comunidad en específico, de la cual mucho aprendí y aprendo), como un aspecto más de su profunda cultura y hermosa cultura, pero siempre ligada a un aspecto ceremonial, ritual, o celebratorio. En ese sentido, escuchar este disco, para un "no mapuche" (concepto que es discutible en todo chileno) me parece que equivale a sentir un rito, un rito con la tierra, la naturaleza, en uno mismo, con uno mismo y con los otros. No se trata de que tengas que irte a la punta de un cerro o a Temuco para escuchar el disco, sino de que oír cierta música puede convertirse en un ritual, estés donde estés. Pues bien, para mí, oír este disco requiere de un acercamiento a eso que el mapuche considera sagrado: la naturaleza, los ciclos de ella, la tierra, sus seres vivos, los árboles... Cosas que están en todas partes. Ahí es cuando empiezas a moverte al monótono e hipnotizante ritmo de esta música.




3 comentarios:

Anónimo dijo...

QUE POTENTE ES TU COMPROMISO, HERMANO
vivir contigo me llenó siempre de bencidiones y aprendí algo muy importante sobre ti EL COMPROMISO, EL RESPETO, EL ANSIADO PODER DE REIVINDICACIÓN lo tienes corriendo por tus párpados mestizos. Compartimos un mismo latir, hermano, un latir que va al ritmo del Kultrun, un latir que imagina GNILLANTUN, un latir que nos llena de Newen... desde esat posición te digo, hermano Mauro, que cuando estemos juntos otra vez, dentro de una micro leyéndonos poesía y haciendo música, volveremos a nacer y combatiremos de alguna forma, hasta ver una sonrisa de weñi mapuche emanar de nuestros labios.

Te amo, hermano!!!!

Mauro Cronenberg dijo...

Miguel....

Eres maravilloso, Miguel. Me dejas sin palabras, ahora, igual que muchas veces cuando viví contigo.

Yo aprendí muchísimo viviendo contigo igual. Aprendí que un ritual es una cotidianeidad, que la comunidad (hermana) es algo muy sencillo, pero de mucho corazón, que dar una sonrisa es algo mágico. Tú lo hacías siempre, o muchas veces, y yo siempre sentí tus sentimientos,los alegres y tb los duros, los tristes, eran de una tremenda sinceridad. Siempre te amé por eso.

Gracias, hermano,gracias. Tú corazón y tu poesía están conmigo, siempre, en todo espacio, y en todo tiempo.

(tengo un poema tuyo pegado en mi pieza).

Anónimo dijo...

HERMANO!!!
NO ERA MIGUEL...
ERA YO!!!!

SNIF SNIF....

ajjajajajajja...

tu lamngen DnSe...
de todas formas, miguel y yo ya somos como uno.

besosss